La vixen tatuada Claudia Macc, una belleza checa, muestra sus atributos pequeños y tinta. Se provoca el clítoris, luego se sumerge en un consolador negro profundo, llevándola a un clímax desordenado y orgásmico. Una verdadera chica fetichista, es una imprescindible para los entusiastas del juego de juguetes y orina.